La aparición del mildiu en los cultivos de tomate puede ser provocada por diversos factores que favorecen el desarrollo del hongo. A continuación, se detallan las principales causas y vías de propagación.
Factores climáticos y humedades relativas altas
Las condiciones climáticas juegan un papel fundamental en la propagación del mildiu. Cuando la humedad relativa en el ambiente supera el 90%, se crean condiciones ideales para la proliferación del hongo. Las temperaturas entre 10 y 25 ºC son particularmente favorables, convirtiéndose en un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de la enfermedad.
Además, las condiciones de clima lluvioso y los microclimas creados por copas densas de las plantas también contribuyen a un aumento de la humedad, lo que incrementa la vulnerabilidad de las tomateras a esta enfermedad.
Riegos y manejo del agua
El manejo del agua es otro factor crucial en la propagación del mildiu. Un riego inadecuado, especialmente el riego por aspersión, puede mojar las hojas y la parte aérea de las plantas, favoreciendo un ambiente propicio para el hongo. La acumulación de agua en la base de las plantas y el exceso de riego también pueden provocar encharcamientos, lo que contribuye a la aparición de enfermedades.
- Optar por sistemas de riego que minimicen la humedad en las hojas puede ayudar a prevenir infecciones.
- El riego por goteo es una alternativa efectiva que asegura que el agua llegue a las raíces sin afectar la parte aérea.
Papel del viento en la diseminación
El viento no solo afecta la temperatura y la humedad, sino que también desempeña un papel crucial en la dispersión de las esporas del hongo. Las tormentas, ráfagas de viento y las actividades agrícolas pueden levantar esporas del suelo y distribuirlas a largas distancias.
Este proceso de propagación puede desencadenar brotes en nuevas áreas, multiplicando la extensión del problema. Por lo tanto, tanto el manejo de cultivos como las prácticas de prevención son vitales para evitar la difusión del mildiu a través del aire.